Realmente no es un combate, pues el erizo Paracentrotus no es el oponente de la estrella Coscinasterias, es su presa.
En la rasa de Playa de la Américas (Los Cristianos - Sta. Cruz de Tenerife) se puede observar con frecuencia la lucha por la supervivencia que se establece entre erizos y estrellas. Su carrera de armamentos empezó hace millones de años: unas perfeccionando el ataque, otros la defensa.
Las estrellas localizan a sus presas por las sustancias de desecho que estas liberan al agua. Con los tentáculos ambulacrales, en los extremos distales de sus brazos, las palparán para iniciar el ataque.
Los erizos, de movimientos aun más lentos que los de las estrellas, difícilmente pueden huir, pero sí camuflarse e interponer pequeñas rocas para que la estrella no llegue a envolverlo. Pero si Coscinasterias envuelve al erizo con su cuerpo, romperá sus espinas y su dermoesqueleto y, por una pequeña fisura introducirá su estómago evertido; el erizo no tendrá posibilidad alguna.
Los tentáculos ambulacrales de la estrella sujetan a la víctima.
En esta ocasión no hubo banquete, pues aparté a la estrella para liberar al erizo. Al ser volteada la estrella movía frenéticamente sus tentáculos. Ya había arrancado varias espinas del erizo.
Puedes ver un vídeo haciendo click en:
Coscinasterias: pies ambulacrales
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